miércoles, 16 de enero de 2008

INFORME DE APRENDIZAJE - Por Prof. Lic. Viviana, Gómez Collantes.

Córdoba, 04 de diciembre del 2007

“Lo que no se mide no se arregla”.
(Anónimo)

Sr. Director del
Instituto Nueva Formación
Prof. Oscar Rojo


En el marco de las acciones organizadas desde las asignaturas: Aprendizaje, Práctica Pedagógica I y Sociedad y Sistema Educativo en el período lectivo 2007, le informo brevemente los resultados del proceso de enseñanza aprendizaje.
El propósito de este informe es comunicar las experiencias realizadas, los problemas que abordamos y las lógicas de solución que planteamos. Asimismo las estrategias de enseñanzas y aprendizajes organizadas en los encuentros educativos: diseño de situaciones de lectura, grupos de estudio, trabajo de indagación en el medio (entrevistas, observaciones) debates, análisis de películas, trabajos con los Tics, etc.
Es habitual reconocer en la sala de profesores, reuniones de personal, Jornadas Institucionales, instancias de evaluación, comentarios de este tenor:

"Cada vez a los alumnos les resulta más difícil comprender la bibliografía obligatoria"

"Salen de la sin las competencias básicas y no puedo avanzar en mi propuesta..."

"Nunca como en este año tengo tantos alumnos que deben recuperar los parciales, trabajos prácticos..."

"Cuando llegan a las prácticas no saben qué hacer, conocen todo desde la teoría, pero no pueden llevar esto al aula..."
El desconcierto y la preocupación aumentan y, muchas veces, los profesores nos quedamos entrampados en estos discursos mientras, a nivel profesional, y a nivel institucional, buscamos encontrar una posible intervención que permita superar ésta realidad.
Es por eso que, a partir de alguna de éstas situaciones que son reconocidas como obstáculos que afectan y, en algún momento obstaculizan la formación de un docente, se intentó repensar las estrategias de enseñanza y aprendizaje puestas en juego en laS distintas prácticas áulicas desde mis espacios educativos.
Fue necesario replantearnos el carácter que cada uno de nosotros (profesora, alumnos y alumnos) le otorga al término “Estrategias” e identificar los dispositivos de formación que luego trataríamos en el transcurso de las situaciones áulicas. Esto implicó la revisión de las propias conceptualizaciones, el intercambio, la reconstrucción de procesos vivénciales, la integración del hacer, pensar y sentir del que aprende y del que enseña.
En uno de las situaciones de enseñanza y aprendizaje les ilustro que un docente comentó convencido una vez: … “Cuando se muere un maestro, toda esa información formativa que pudo incorporar a través de sus prácticas se pierde”…

Sobre los desafíos didácticos….
Consideré los siguientes dispositivos didácticos:

Lectura bibliográfica
La organización del tiempo y del espacio
La disponibilidad de los recursos tecnológicos
Interacciones en el aula
Los acuerdos institucionales
La relación teoría práctica.

“La modificación de una práctica sólo puede emprenderse desde la comprensión de la misma, y no sólo desde la intelección de la nueva situación que se desea abordar” (…) Contreras Domingo: Enseñanza, currículum y profesorado; Madrid; Akal; 1987; Cap.8.

En primer lugar la bibliografía seleccionada fue significativa y relevante para los campos disciplinares y/o profesionales. Esto también tuvo su implicación personal de los alumnos y alumnas en las situaciones varias de enseñanza y aprendizaje que se propuso.
En un trabajo de diagnóstico inicial los alumnos y alumnas presentaron las siguientes dificultades:
· investigar las fuentes que sugiere el profesor,
· discontinuidades en las lecturas de bibliografías obligatorias e insuficientes competencias lectoras para la lectura comprensiva.
· Se suma a esto el escaso contacto con la lectura como fuente de conocimiento, lo que puede deberse a que están inmersos en una cultura mediática y fragmentaria.
En un intento de subsanar estas problemáticas, es que propuse dispositivos de formación con la finalidad de enriquecer nuestras prácticas, generando en los alumnos y alumnas el interés, la curiosidad, la superación del temor a equivocarse y el uso de estrategias más expertas en la comprensión lectora y la producción escrita y el uso de las nuevas tecnologías como un instrumento válido para facilitar el proceso de aprendizaje.
Toda experiencia innovadora me proporcionó repensar prácticas pedagógicas, manteniendo una actitud atenta y cautelosa para que las mismas, al institucionalizarse, no pierdan la capacidad de innovación.
Algunas estrategias de enseñanza posibles que fueron puestos en marcha en el transcurso de los encuentros...

· Ampliación y revisión de marcos teóricos.
· Análisis de nuevos paradigmas.
· Recuperación de experiencias de “buena enseñanza”.
· Análisis de las prácticas de modo que favorezcan instancias de retroalimentación. Las entrevistas y las observaciones realizadas por los alumnos y alumnas, en Práctica Pedagógica I, fueron de gran influencia para que paulatinamente los mismos construyan un modo de pensarse a sí mismos y de plasmar experiencias, recorridos, creencias en relatos vívidos y conceptualizados.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de estrategias de enseñanza? Pensar en estrategias permite, al decir de Stenhouse (1984), dejar de considerar la enseñanza como pasos fijos, como un conjunto de reglas externas al docente a las que se debe dar cumplimiento para enseñar algo. El autor propone abandonar la idea de solución universal que ha teñido la cuestión metodológica y afirma que la estrategia permite concebir la enseñanza como un proceso complejo no exento de decisiones políticas en torno al qué enseñar, cómo hacerlo, para qué hacerlo. Las nociones centrales que definen la enseñanza son, para Stenhouse, estratégicas ya que no sólo aluden a problemas técnicos.
La expresión “estrategia” da cuenta de una de las múltiples metáforas que entran al campo de lo educativo. “La metáfora permite establecer un puente entre lo que cada individuo ya conoce por su experiencia cotidiana, y el nuevo contenido que se le propone. Es una herramienta privilegiada para establecer la conexión entre la cultura experiencial de un sujeto y la cultura de la comunidad, puesto que su mecanismo es, precisamente, establecer similitudes entre dos contextos diferentes.” (Libedinsky, M: .La innovación en la enseñanza. Buenos Aires, Paidós.2001).

Procedente del ámbito militar, la acción estratégica es aquélla que se proyecta en función de determinadas metas, y se organiza y ordena en aproximaciones sucesivas a dichas metas. Las estrategias de enseñanza son siempre conscientes e intencionales, organizadas en función de ciertos propósitos relacionados con el aprendizaje de los alumnos.

Un requisito central para organizar cualquier estrategia de enseñanza consiste en analizar y comprender la situación singular y multideterminada en la que tiene lugar la formación (la diversidad de puntos de partida de los alumnos, las condiciones materiales de la enseñanza y el aprendizaje, el desarrollo conceptual y práctico del campo profesional, la multiplicidad de sectores que producen demandas sobre el rol del futuro profesional, el grado de definición y / o explicitación de los contenidos de tales demandas, etc.).
Asimismo, las estrategias de formación abordadas frente a los problemas propios del quehacer profesional, seleccionando los conocimientos vinculados con dichos problemas (información, conceptos específicos, definiciones, enfoques, polémicas y procedimientos) organizándolos en unidades significativas que permitan a los estudiantes avanzar en el dominio de las lógicas con que se piensan las cuestiones en el futuro ámbito de trabajo - en el caso de la formación inicial- o para resolver nuevas situaciones – en el caso de las acciones de capacitación o perfeccionamiento. Esta concepción estratégica de la enseñanza tiene efectos sobre los procesos de evaluación ya que el aprendizaje de los alumnos y alumnas del Nivel Terciario puede ser interpretado en términos de transformación de las capacidades que se ponen en juego en la profesión para la cual se forman.

El desarrollo del saber específico del profesorado no se restringe a la adquisición de un saber disciplinar y técnico producido en ámbitos académicos, sino por el contrario implica la generación de conocimiento por parte del docente como resultado de diversas formas de indagación de la realidad contextualizada por su aula y su institución escolar. En otras palabras, tiene la función de enseñar a los estudiantes a seguir aprendiendo de sus propias prácticas.

Esta experiencia permitió que los alumnos y alumnas desarrollen en sus aprendizajes cambios de perspectivas dentro de un espacio de la fundamentación y elaboración de estrategias, en sus propias prácticas y/o experiencias de aprendizajes y en sus futuras intervenciones pedagógicas.

Los valores que se intentaron promocionar son los de cooperación en la producción de saberes, toma de conciencia acerca del proceso de indagación y reflexión como manera de construir saberes y pasar de una concepción de la enseñanza como transmisión a una concepción más constructivista.
“…no acepten lo habitual como cosa natura...que estén dispuestos a cambiar la naturaleza de su contrato con su profesión y con la escuela, dispuestos a renunciar a la protectora práctica normativa, tecnocrática y asimétrica que elimina el encuentro entre sujetos, entre saberes, entre culturas... y se animen a exponer a una práctica de cooperación, de experimentación y de participación política en las decisiones que les atañen...”. Davini, Cristina, “La formación docente en cuestión: política y pedagogía”. Buenos Aires, 1995. Editorial Paidós


Quedo a disposición de sus comentarios o sugerencias para que el acto de enseñanza y aprendizaje sea un verdadero proceso en donde estén involucrados todos los actores institucionales.

Atentamente.



Prof. Lic. Viviana, Gómez Collantes.